sábado, 9 de enero de 2010

A pico seco no se puede

Siendo la matemática una ciencia exacta, no hay lugar para conjeturas. 2 + 2 = 4, y también, faso + alfajor de maizena - agua = muerte por sequedad bucal aguda (DDLF dixit)
Cuando fumamos, a la sed que produce la marihuana, se le suma la sed que da el simple y placentero hecho de comer. Para dar solución a esto está el vino, ese elixir celestial y puro que prueba con su sola existencia que el universo funciona. Aún así, no todos los momentos son los momentos del vino, y si bien existen alternativas tan obvias, que nombrarlas sería una grosería, tenemos una serie de ideas para matar la doble sed de manera placentera y mas original que con agua mineral.
Nunca bauticé a los siguientes tragos y licuados. Los presento así, ayunos de toda identidad que pudiera otorgarles un nombre.

- Tire adentro de la jarra de la licuadora un durazno. No! no sea bruto, saquele la cáscara y el carozo. Si tiene de esos que vienen enlatados, mejor. Agregue un par de cucharadas de azúcar y un vaso de jugo de naranja, hielo y licue. Eche en un vaso una cucharada de helado de americana o vainilla, sirva el licuado arriba, revuelva y disfrute.

- Agarre un sartén y pongalo al fuego con 1/4 kilo de frutillas, cuatro cucharadas grandes de azucar rubio, una cucharada de miel, el jugo de dos naranjas y un vaso de vino tinto. Revuelva con una cuchara de madera hasta que el azúcar, la miel, el jugo de naranja y el vino formen un caramelo pastoso y consistente, y las frutillas queden tiernitas. Agregue un par de pellizcos de canela y si es un poco exéntrico, un poquitín de pimienta. Retirelo del fuego y deje enfriar (lo ideal es tener todo esto preparado desde antes y ya frio, guardado en la heladera) Eche la preparación en la jarra de la licuadora y agregue un vaso de jugo de naranja, hielo y un chorro de ron. Licue y entrele. Puede darle del vaso de la licuadora si no resiste.

- Este es mucho mas simple. Ponga en un vaso un par de hielos, dos o tres cucharadas de crema batida y complete con gaseosa de lima limón. Sirva la gaseosa muy despacito, porque hace una espumita como jabonosa que le va a enchastrar la mesa y los pantalones.

- Eche en el vaso de la licuadora una manzana verde pelada y trozada, un vaso de gaseosa de lima limón, un chorro de ron a gusto (y con el permiso de su hígado), una manchita de limón, dos hojas de albahaca fresca (si es posible, recién cortada [eh! bestia! lavelas!]), azúcar a gusto, un pellizco de canela y hielo. Dele al botón de la licuadora y entrele con ganas.

- Oiga! no guarde esa licuadora, que hay más. Tire adentro del vaso del aparato, un pedazo de melón trozado, sin cáscara ni semillas, y también hielo, azúcar a gusto, un chorro generoso de limón y un vaso de vino blanco. Licue y dele pa' delante.

Esto lo había publicado originalmente en diciembre de 2008, acá.